Este acercamiento a su obra se la dedico a MDM, que fue quien me la mostró.
Desde que era una niña la pintura ha formado parte de mi vida. Mientras otros niños jugaban a las chapas o las niñas saltaban a la comba, yo dibujaba , concursaba en certámenes, a veces incluso ganaba algún premio. Y por encima de todo me dedicaba a observar fascinada los cuadros de nuestros clásicos.
Me apasionaba la idea de intentar reproducirlos para comprobar si era posible conseguir esos resultados acompañados de tanta genialidad. Sin embargo sólo eran sueños de una niña que con unos lápices de colores y un talento a la altura de su edad se quería comer el mundo pintando.
No sabía gran cosa sobre esencias o vernos a nosotros mismos. Mirar donde nadie mira y sacar de ahí todo lo que somos para construir el arte desde las entrañas.
Entonces aparcas esas ilusiones y piensas en otras cosas, como en chicos o en fútbol, no sé, cosas normales y triviales. Hasta que llega un día en el que todo ha de ser recordado y sale a la luz todas esas cosas que sentía cuando era niña y miraba esos cuadros, como el de ahora que os muestro, pretendiendo imitarlos, buscando en ellos lo que ahora busco en todo lo que hago. Así que podría decir que el barro ha sido mi sinfonía, un partitura sin orquesta descrita por mis manos dando forma y tridimensionalidad a cuánto había dentro de mí.
Ya sé que después de todos esos años he cambiado. Todo lo que he aprendido, todo cuánto comprendo ahora, encuentran su propio lugar inconsciente y mágico en lo que hago. Y me siento afortunada porque a pesar de todo ese aprendizaje que me ha cambiado, me siento conectada con la niña que fui. Me llena tanto lo que hago que no puedo ver sino con esperanza la misma esperanza que sentía como cuando veía esos cuadros y quería convertirlos en algo mío. Sólo son unas pinturas y un trozo de barro. No es nada más. Aunque para mí es más que suficiente. Y pienso, o acabo pensando, que soy afortunada porque la infancia o la memoria no son mal asunto. Porque a veces hay que volver atrás por si nos dejamos algo importante y no perdernos nada de nosotros mismos. L.S.S