"Las cosas más sencillas resultan ser a veces las más difíciles de ver. Eso es lo que pienso del belenismo: un arte donde lo más difícil es retratar lo más sencillo, la vida modesta de quienes en un tiempo no tuvieron más que sus manos y la tierra, todos esos elementos humildes donde se almacenaba el agua, o algunos alimentos de la tierra, o las herramientas precisas para sobrevivir cuando Roma caía, aún en medio de su elocuente grandeza de conquistador de tierras remotas del imperio.
Quienes nos dedicamos al belenismo, o al menos una mayoría de nosotros, nos centramos en la humildad de las figuras, y eso me hace pensar en un tiempo en el que los vecinos del pueblo, aparte de compartir chismes, también se ayudaban: se dejaban sal o alubias, patatas que se habían terminado y necesarias para el guiso del día siguiente, canciones alegres para ahuyentar el hambre, o el miedo a las represalias tras la guerra. No eran malos tiempos aquellos, antes de que la ciudad los fuera matando y de que la soledad estuviera en otra parte.
Existe una parte comercial en el belenismo, turistas que van de pasada y compran figuras que piensan son una buena decoración en tiempos de navidad, frío rodeando sus casas, y los gritos de los niños jugando a perseguirse, viendo monstruos a la luz de la lámpara del salón que se desvanecen con la calma y el silencio. Sin embargo, también hay otra parte, tan sencilla como difícil de ver: la generosidad inmensa de quienes hacen figuras para amigos, sólo para ellos, sabedores de que no hay precio para quien entiende el sentido de la obra, la fuerza con que todas esas ideas llevadas al barro o a los materiales que se han utilizado nos sobrecogen, y por encima de todo eso, la modesta sencillez de compartir con quien lo aprecia una pequeña obra de arte que, ante nuestros ojos, es como el beso más hermoso que el amado pueda ofrecernos.
Así, cuando abro la caja de cartón y quito el embalaje y descubro todos y cada uno de los matices de esa obra, pienso en qué poco importa si el tema es popular o no, o en si hay una parte comercial y servil u otra relacionada con la fe en dios. Al ver toda esa generosa sencillez entre mis manos, tan difícil y extraordinaria de encontrar, me siento afortunada, maravillada y afortunada, porque en el belenismo encuentro fe en las personas y en esa pequeña grandeza que les hace tan hermosos, quizá, tanto como el arte que me da la vida." L.S.S
1 comentario:
Es la primera vez que te visito lupe, pero me he quedado alucinada con tus trabajos, me encanta además esta entrada y lo que en ella expresas por eso es aquí donde decido dejar el comentario. Te seguiré
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